Del Residuo Orgánico al Compost

Del Residuo Orgánico al Compost

Cada año se generan más y más residuos en la Unión Europea. El volumen que alcanzan constituye uno de los parámetros por los que se mide el grado de sostenibilidad de nuestra forma de vida. Es necesario hacer un mayor esfuerzo por minimizar la cantidad de residuos producidos y maximizar la cantidad de residuos reciclados.

El hecho de comer, de cortar el césped o de podar los árboles genera residuos. Pero estos residuos son de un tipo especial, porque pueden transformarse en un producto de gran utilidad: el compost, capaz de aumentar la calidad de nuestros suelos, especialmente de aquellos que han perdido fertilidad debido a los sistemas de agricultura intensiva.

El compost es una materia inodora, estable y parecida al humus, rico en sustancias biodegradables, en proteínas e hidratos de carbono, que resulta del proceso de compostaje de residuos biodegradables. Esta «magia» capaz de transformar unos restos putrescibles, húmedos y malolientes en un material orgánico que huele a mantillo o a tierra recién removida es obra de la naturaleza, a través de bacterias, hongos y gusanos. Las técnicas humanas simplemente imitan o aceleran lo que la naturaleza viene haciendo desde siempre ante nuestros ojos.

La estrategia europea sobre residuos establece una jerarquía entre las diferentes opciones de gestión de residuos: «prevención, reutilización, valorización material, valorización energética y eliminación o vertido». Dicha jerarquía está basada en la contribución de cada una de estas opciones a un desarrollo sostenible.

Con objeto de avanzar más en una gestión sostenible e integrada de los residuos, es necesario que las prácticas de gestión de residuos se dirijan hacia las opciones superiores de esta jerarquía frente a lo que se observa en la situación actual, en la que una parte considerable de los residuos, en algunos países europeos, se envía a vertederos.

El éxito de la desviación de los residuos biodegradables del vertedero depende de la separación de estos residuos en origen. Aunque la fracción biodegradable puede ser extraída de los residuos mixtos, el proceso es laborioso y genera una fracción contaminada. La separación en origen permite obtener una materia prima limpia de alta calidad para el compostaje y, por ende, la perspectiva de un producto final no contaminado. Es más probable que una fracción obtenida tras una recogida selectiva reúna las características necesarias para producir un compost de alta calidad que respete los estándares y que sea apto para la venta y uso, con todos los beneficios medioambientales que eso conlleva. En efecto, la utilización de compost para usos agrícolas o de jardinería evita tener que utilizar otros acondicionantes de suelo, como la turba.

La separación en origen de los residuos biodegradables permite también la promoción del compostaje doméstico o del compostaje dentro de comunidades pequeñas, llamado compostaje comunitario. Esta alternativa de gestión de los residuos biodegradables tiene dos importantes ventajas: por una parte, reduce el impacto ambiental causado por el transporte y la gestión de estos residuos, y por otra parte permite que sea el propio productor del compost quien pueda utilizarlo, cerrando así el ciclo del reciclaje y evitando la fabricación y utilización de otros productos (igualmente, evita todos los problemas asociados con el marketing de un compost producido de forma centralizada).

Además, al adoptar la costumbre de separar su propio flujo de residuos, el ciudadano tomará una mayor conciencia del problema de la generación de residuos y desarrollará un mayor sentido de su propia responsabilidad en este ámbito.

De forma más general, el compostaje es una tecnología muy versátil y adecuada para el tratamiento de residuos en distintos entornos socioeconómicos y en distintas ubicaciones geográficas. A pesar de la amplia gama de tecnologías existentes, desde el simple compostaje doméstico hasta los sistemas de alta tecnología centralizados, tanto la tecnología como los sistemas de recogida asociados pueden llevarse a cabo de forma relativamente simple y barata. La aceptación pública de los sistemas de compostaje es alta en comparación con la de otras tecnologías, como la incineración o el depósito en vertederos.

Por último, la fracción compostable de los residuos es, con frecuencia, una de las más contaminantes del flujo de residuos, y la puesta en marcha de estos programas desvía estos residuos de las rutas tradicionales de eliminación, como la incineración sin recuperación de energía y los vertederos. Al ser una de las mayores fracciones de los residuos domésticos, su desviación biodegradable de los vertederos puede contribuir significativamente a alcanzar los objetivos locales de reciclaje.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar